Opis
Warszawa 2016, s. 314.
Uno de los testimonios de la realidad inmediata, incluida la violencia, es el arte. La “inmediatez” de su testimonio hace que todas las imágenes sean “contemporáneas”: literalmente, algún momento histórico o social se extiende frente a nuestros ojos (Berger 2010:37). Las artes son, a su vez, “una mezcla intrincada de pensamientos y sentimientos, (…) ejemplifican la ética y son verdaderas en la medida en que se acepte su complexión de no-verdad, o capacidad de usar ficciones para hablar del mundo humano” (Palazón Mayoral 2007:182).
El historiador italiano Antonio Gramsci (1891-1937) subrayaba que la cultura es inseparable de las relaciones de poder, y estas pueden implicar algún tipo de violencia. Por otro lado, para Gianni Vattimo (n. 1936) (…) ni existe el arte sin violencia, ni hay una verdadera definición de la misma. El arte sin violencia no existe, puesto que si no contiene elementos de violencia, suele trasmitir poco: solo las obras que provocan un choque tienen la capacidad de crear nuevos mundos. Las imágenes del sufrimiento y de la violencia constituyen una demanda: “I want to suggest further, to be regarded, to be noticed, to be seen as images of someone to whom one has ethical obligations” (Laqueur 2007:8). La violencia en el arte y el arte de la violencia es una de las maneras de tocar las sensibilidades del Otro: llegar a la audiencia, sea por medio del arte figurativo o abstracto, ‘’to make a public see’’ (Masiello 2007:19). (…) El artista, por sí mismo, no puede sugerir violencia: es decir, la violencia en el arte debe ser un indicio de que la sociedad que lo engendró es violenta. Además, la violencia de cada nación o pueblo se relaciona con sus circunstancias socio-políticas, la historia, los problemas actuales – cada sociedad genera a sus propios violentos. O, como lo puso Heidegger (1897-1976): la obra de arte es una apertura, la exposición de un mundo, en relación con un contexto cultural, histórico y social.
[fragmento pp. 114-115]Maja Zawierzeniec – mexicanista, triple becaria de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México; llevó a cabo más de diez proyectos académico-culturales en los Estados Unidos Mexicanos; presidenta de la Asociación Cultural Polaco-Mexicana „Bocian&Nopal”; directora del programa de Filología Hispánica de la Escuela Superior „Wszechnica Polska”; ha colaborado con la Universidad de Varsovia: con el Centro de Estudios Latinoamericanos, Centro de Educación Abierta y Multimedia y la Escuela de Lenguas Orientales. Sus investigaciones académicas se centran en el arte y la literatura del México contemporáneo. Desde el año 2008 realiza un proyecto postdoctoral independiente México Joven, dedicado a la generación más joven de artistas y escritores mexicanos. Ha organizado „Encuentros México Jovenen” Polonia, España, México y Australia.